Las duras palabras de Sakura aún resonaban en la cabeza de Kazuha, había sido como una apuñalada directo al corazón, ella se había ido de su vida.

Para siempre.

Eso dolía, sin duda lo hacía, ahora Sakura esperaba un hijo con un hombre al cual Kazuha odiaba con su alma entera, estaba tan lastimada y tan molesta, no con Sakura, definitivamente jamás lo estaría con ella, Kazuha estaba molesta con el destino que a ambas les había tocado, porque ella sabía que Sakura había sido la indicada, era la persona correcta, simplemente la había conocido en el momento equivocado, si tan solo hubiese llegado cinco años atrás, si tan solo ella fuera su esposa, sabía que eso era algo imposible, pero Kazuha estaba segura de que la vida de Sakura no tenía por qué haber sido así, ella era una persona bastante buena para sufrir de esa manera, era como un ángel que el mundo no merecía y sabía que el hecho de que la mayor la hubiese sacado de su vida era a causa del miedo de que su esposo se enterase de la relación que ellas habían tenido y mucho peor cuando ahora Sakura estaba a punto de formar una familia con él.

Todo se había ido a la mierda, Kazuha debió sospecharlo, había sido demasiado bueno para ser verdad, Sakura era demasiado buena para ella, sabía que no la merecía, pero quien menos la merecía era el hombre que estaba casado con ella, una injusticia total que la vida le restregaba a Kazuha en la cara.

Le era difícil concentrarse al momento de dar sus clases, pues en las noches después de terminar su turno se iba a ahogar sus problemas en alcohol a un bar y regresaba a casa totalmente ebria para terminar con una gran resaca al día siguiente, y nuevamente repetía la rutina, una rutina tan sencilla, pero tan miserable, mañanas con dolores de cabeza, mareos, e incluso vómitos en algunas ocasiones, tardes de trabajo con la mente bastante distanciada de lo que realmente debía hacer y nuevamente noches con exceso de alcohol.

Creía que podía lidiar sola con toda su mierda, pero hoy, precisamente hoy después de casi un mes con una rutina bastante desgastante terminó casi inconciente en aquel mismo bar, estaba tan alcoholizada, toda la gente se había ido ya, pero ella seguía tirada en la barra pidiendo más bebida cuando los empleados ya le había dicho que debía retirarse.

ーLlamen a Yizhouー pidió entregando su celular al empleado que le insistía en que ya era hora de volver a casa.

Y el joven lo hizo, tomó aquel celular para buscar entre los contactos a alguien llamada Yizhou.

El teléfono de Yizhou sonó despertándola a altas horas de la madrugada, no entendía la repentina llamada de Kazuha, sin embargo supuso que nuevamente Kazuha necesitaba desahogar los bajones que por las últimas semanas estuvo teniendo, entonces contestó.

ーSeñorita, le hablo desde Privilege Bar para pedirle si podría venir a recoger la dueña de este celular, está muy ebria y nos pidió que le llamásemos a ustedー La voz de un chico sonó al otro lado de la linea.

ーCuanto lo siento, en unos minutos estoy ahíー Sakura respondió y colgó la llamada comenzando a levantarse a toda prisa para ir en busca de su amiga.

Un par de minutos después llegó a dicho bar y bajó de su auto para entrar y buscar a Kazuha.

ーLlamen a Yizhouー Kazuha seguía pidiendo sin poder si quiera abrir los ojos.

ーDios mío Kazuha, pero, ¿Qué te pasó?ー Yizhou preguntó preocupada al llegar hasta donde Kazuha se encontraba.

ーLlamen a Yizhouー La menor pidió de nuevo aferrándose a Yizhou.

ーSoy yo, mi vida, yo soy Yizhouー Ella habló tiernamente intentando llamar la atención de Kazuha.

Pero todo parecía en vano, pues Kazuha ni siquiera abría los ojos.

Entonces Yizhou suspiró y se las ingenió para sacar fuerzas de donde no las tenía y cargar a Kazuha hasta su auto.

Odiaba ver a su amiga de esa manera, le dolía que Kazuha recurriera a la bebida en lugar de recurrir a ella.

Fugazmente echó un vistazo al asiento del copiloto mirando el rostro relajado de una Kazuha dormida. ¿Quién pudo haberle hecho tanto daño a su alma gemela? Era verdaderamente doloroso.

Una vez llegó a casa aparcó su auto en el estacionamiento y nuevamente reunió todas sus fuerzas para bajar a Kazuha del auto y llevarla al interior de su hogar no sin antes quitarle los zapatos.

"Maldición, sería incómodo si duermo en el sofá, pero tampoco puedo dejarla aquí tirada en la sala" Yizhou pensó aún teniendo a Kazuha en brazos.

ーSolo no me vomites, por favorー Yizhou pidió llevandose a Kazuha hacia su habitación y sin más la dejó sobre su cama para después entrar ella a su lado.

Iba a dormir dándole la espalda hasta que sintió la mano de Kazuha sujetar firmemente su cadera y tirar de ella.

ーHola guapa, ¿Quieres un mojito con limón?ー La menor habló dormida.

ーNo mierda, ya no estás en ese barー Yizhou la regañó quitándo la mano de Kazuha de su cuerpo para minutos después sentir a Kazuha entrelazar sus piernas y abrazarla.

Y Kazuha rió levemente volveántose para abrazarla de frente. Kazuha parecía una niña pequeña queriendo dormir entre los brazos de su madre para ser protegida de cualquier pesadilla.

ーApestas a alcoholー La mayor se quejó antes de cerrar sus ojos mientras acariciaba el cabello de su amiga hasta quedarse dormida.

Afortunadamente Kazuha no vomitó sobre Yizhou aquella noche, descansó tranquila bajo los cuidados de Yizhou y despertó por el sonido de la puerta siendo abierta viendo a la mayor entrar con una badeja de comida para ella.

ーQue bueno que despiertas, estoy a punto de irme al trabajoー La mayor habló dejando la bandeja en la mesita al lado de la cama.

ーMi cabeza duele demasiadoー Kazuha se quejó frotándose los ojos.

ーDate una ducha, cepillate los dientes y tómate la pastilla que te traje antes de desayunar.

ーLamento molestarte de esta maneraー La menor se disculpó notando todo el esfuerzo que Yizhou había hecho por ella.

ーNo es nada, sabes que siempre estaré para ayudarte.

ーYo...ー Kazuha hizo una pausa ーCreo que volveré a Japón.

ー¿Qué mierda dices? ¿Por qué?ー Yizhou se alarmó.

ーTal vez no logré adaptarme a la vida coreana, además, últimamente no me va muy bien en el trabajo.

ーMira, yo también he tenido problemas en el trabajo últimamente, pero no por eso dejaré algo que realmente vale la pena, Kazuha tú tienes el trabajo que muchos desean, no puedes desperdiciarlo solo porque síー Yizhou habló sentándose en la orilla de la cama mientras miraba a Kazuha de frente.

ーYizhou, no lo entiendes, estoy pasando por un momento difícil.

ー¿Es por la chica con la que te veías todos los días?

Kazuha guardó silencio por unos segundos para después asentir lentamente.

ーNunca me dijiste su nombreー Yizhou recordó esperando a que Kazuha lo dijera.

ーY será mejor que no lo diga, simplemente debería olvidarla.

ー¿Y dejarme con la duda?ー La mayor insistió.

ーBueno...

Entonces Kazuha lo pensó, no había problema alguno con decirle a Yizhou, Sakura no era la única mujer con ese nombre y no es como si Yizhou la conociera, entonces, ¿Por que no decirle? No encontraba nada de malo con hacerlo.